Sunday, June 15, 2014

[ESPECIAL BRASIL 2014] UN ENFOQUE NUEVO DEL FÚTBOL (versió catalana: clica aquí)

Las primeras lentes se inventaron en Holanda a principios del s. XVII y se utilizaron para la fabricación de telescopios. Al conocer la noticia del ingenio, Galileo se construyó uno y con él descubrió en enero de 1610 que Júpiter tenía cuatro satélites, lo que le llevó a cuestionar la posición cosmológica de la Tierra postulada por la Bíblia: si la Tierra no era el único astro dotado de un satélite, podía ser que tampoco fuera el único en transportar vida por el espacio? La Inquisición acusó a Galileo de hereje y éste tuvo que retractarse para no morir en la hoguera.

La televisión hace de telescopio para que no nos perdamos ningún detalle del Mundial de fútbol. Gracias a la tele ya se empieza a vislumbrar que este Mundial va a ser un Mundial de grandes cambios. España ha desembarcado en Brasil con el viejo esqueleto del Barça y ha sido vapuleada por una joven Holanda liderada por la pizarra de Van Gaal, que no ha tenido reparos en abandonar el mítico 4-3-3 con tal de romper las líneas del tiki y taka que él ayudó a construir. “Ha sido la peor derrota de mi vida”, ha dicho Xavi. Qué cruel ironía del destino: Van Gaal subió a Xavi al primer equipo y él lo arrastró por el lodo en Brasil en lo que quizá será uno de los últimos partidos de Xavi en la élite, si decide marcharse a probar fortuna en una liga menor después del Mundial. Pero Xavi insiste como un autómata en su discurso: “Tenemos que seguir con nuestro estilo”.

Hay dos problemas con ese discurso: el primero (menor) es que desde un punto de vista de relaciones públicas es indefendible porque el estilo ya no gana, y el respetable empieza a impacientarse después de los varapalos del Bayern, de las derrota contra el Atlético de Madrid en la Liga, y ahora contra Holanda. El problema principal, de todas maneras, es otro, mucho mayor: que tanto en el Barça como en la selección el estilo se ha hecho sinónimo de Xavi. Con ello se da por sentado que juega Xavi y se enfoca el debate sobre el estilo con una premisa errónea cuando se debería enfocar en qué jugadores ocuparán el puesto de Xavi. Los técnicos del Barça no advirtieron del peligro que suponía que Xavi retrasara su posición ya en la era Tito, cuando los jugadores cortocircuitaban sus pases hacia Messi (“Messi-dependencia”). Conviene recordar que en el periodo en que Xavi ha ido bajando su rendimiento y no se ha sentado a Xavi “para mantener el estilo”, el Barça ha perdido a dos grandes mediocentros que habían sido llamados a relevarle, bien porque se han cansado de las críticas o porque querían más minutos: Thiago Alcántara y Cesc Fábregas. La conclusión es obvia: la obsesión inquisitorial por mantener el estilo ha condenado el estilo – tan bien cuidado desde La Masia – a la hoguera. Si hay alguien que crea que un medio del campo con Busquets, Iniesta, Fàbregas y Thiago no podría mantener el estilo, que tire la primera piedra.

Todos recordamos que Xavi era el garante del estilo del Pep Team y de La Roja, cuando jugaba a diez metros del área y se revolvía en un santiamén en una baldosa. Aquél Xavi maravillaba al mundo con su anticipación ajedrecística del tempo del juego, sus triangulaciones con Iniesta y Busquets, y sus pases milimétricamente templados. Contra Holanda aún se vieron destellos de aquél Xavi, con algunos pases brillantes a Costa y toques de primera muy pillos en el centro del campo. Pero absolutamente todos esos destellos se produjeron en la medular – donde Xavi se siente más cómodo –, y muy cerca de Busquets, en posición de medio defensivo: en la segunda parte dejó tan solo a Iniesta en la medular que hasta el de Fuentealbilla perdió balones cuando fue presionado por dos y tres jugadores. Claro que no todo es culpa de Xavi si Holanda le endosó a España más goles en media hora de los que encajó La Roja en dos Eurocopas y un Mundial (4 goles en 19 partidos). También Casillas, Piqué, Ramos y Silva cometieron errores garrafales, y no hubo ni rastro de la Presión Total que definió las ágiles recuperaciones de este equipo.

El corolario de toda esta discusión es que lo importante no es el estilo sino la velocidad a la que se desarrolla. El fútbol moderno es un juego de velocidad y técnica en el que cada vez tienen menos cabida los jugadores lentos – hay que pensar, correr, y mover el balón tan rápido como sea humanamente posible. Ya lo dijo Guardiola al ganar 4-0 al Santos en la final del Mundial de Clubes del año 2011: "En verdad lo único que hacemos es pasarnos la pelota lo más rápido posible". En este Mundial vamos a ver cómo el fútbol-velocidad toma ventaja en todas sus formas. Hay algo de gratificante en esta Holanda tan joven (el once inicial que jugó contra España tenía 24.6 años de media, por 28.3 de los españoles) y tácticamente versátil: su dibujo defensivo 5-3-2 se transforma rápidamente en un peligrosísimo 3-5-2 cuando los laterales se suman al ataque, que tiene dos lanzas muy puntiagudas (Van Persie y Robben). Aunque el abultado resultado contra España no refleje la diferencia real entre los dos países, está claro que, a día de hoy, el tiki y taka al ralentí de La Roja – que sólo le valió para ganar la estadística de posesión (57%) –, con un solo punta (Costa), huele a marchito. El ex-internacional francés Lizarazu es el que ha descrito mejor el juego de La Roja: “Mucho amor, pero le falta sexo”. Aunque Del Bosque tiene a grandísimos futbolistas en el banquillo (podría relevar a Xavi por Fàbregas o Koke y a Piqué o Alonso por Javi Martínez), falta por ver si acierta a menear el esqueleto.
Sirva también de ejemplo el vibrante partido entre Italia e Inglaterra (2-1), que podría perfectamente haber acabado en un empate por el gran número de ocasiones que tuvo Inglaterra. Inglaterra e Italia son selecciones muy diferentes que tienen puntos interesantes en común. Ambas se estructuran alrededor de un centrocampista que se ha retrasado con el paso de los años para evitar la presión (Gerrard / Pirlo), capaz de hacer desplazamientos largos milimétricos, lo que alarga el campo, dificulta la tarea de las defensas compactas, y da alas a sus puntas veloces (Sterling / Balotelli). Ambas proposiciones, que son perfectamente compatibles con el fútbol de posesión, son filosóficamente opuestas al fútbol de pase corto del tiki y taka. Inglaterra ofrece una versión joven y refrescante de lo que fuere (26.8 años de media en el once inicial), con un electrizante Sterling (19 años) que, con su velocidad, hizo estragos en la defensa italiana durante todo el partido. Italia (27.7 años de promedio) nos ofrece una versión sui generis muy seductora del tiki y taka, encabezada por el exquisito mediocentro Andrea Pirlo. Este jugador de 35 años es 6 meses mayor que Xavi, pero al contrario que Xavi, tiene dos piernas muy potentes con las que suelta medidos pases largos como latigazos por doquier; cada vez que toca el balón se activa el ataque de Italia como un resorte. Así, las posesiones conducidas por Pirlo son mucho más letales que las lideradas por Xavi: alguien tendría que advertir a las televisiones que los porcentajes de posesión no tienen valor informativo si no se incorpora a la métrica la dificultad del pase. De momento la mejor noticia de este Mundial ya es que Italia ha sabido extirparse el catenaccio para siempre y en su lugar se ha transplantado el tiki y taka como si fuera el hígado de un donante.

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 http://afolch.blogspot.com/p/un-enfocament-nou-del-futbol.html
Clica aquí per llegir la versió catalana 

1 comment:

  1. Google translate actually gave quite a readable English version of the posting… Thanks for the insights, it helps to understand what went wrong this year for Spain.

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