Sunday, March 27, 2016

CRUYFF, LA CÉLULA MADRE DEL BARÇA (versió catalana: clica aquí)


Los organismos biológicos multi-celulares, como los animales y las plantas, se originan a partir de unas pocas células. Estas células son llamadas células madre porque de ellas se derivan todos los tejidos del organismo por un proceso de diferenciación celular durante el crecimiento – desde el cerebro, al corazón, el hígado, la piel y todos los otros órganos. Por eso decimos que las células madre son "pluri-potentes". Cuando el organismo ya está en fase adulta, todavía quedan en cada órgano unas cuantas células madre, descendientes de las células madre originales pero con las mismas propiedades pluri-potentes. La irritación continua de las células madre puede llegar a producir mutaciones que pueden ser letales, como en el caso del tabaco (cáncer de pulmón), el sol (cáncer de piel), o la mala alimentación (cáncer colorrectal). La medicina regenerativa es una rama de la medicina que explota el uso de las células madre para terapias.

Johan Cruyff, que murió el pasado 24 de marzo, ha sido una especie de célula madre del fútbol moderno. Ha sido uno de los más grandes jugadores de la Historia del fútbol y sin duda el más influyente. Con el Ajax ganó tres Copas de Europas consecutivas (1971-1973) y llevó a la Selección Holandesa hasta la final del Mundial de Alemania (1974) con un juego tan brillante que se la recuerda con el nombre de la "Naranja Mecánica" y como la ganadora moral a pesar de haber perdido la final por 2-1 contra la RFA. Fue un jugador único que cambió la manera de interpretar el fútbol a partir del juego de equipo y la optimización colectiva del espacio – el llamado Fútbol Total. Tenía un regate endiabladamente simple – dejando a los defensas clavados con cambios bruscos de velocidad – y jugaba siempre con la cabeza alta, buscando la mejor posición del campo: él jugaba donde quería y los otros orbitaban a su alrededor. Cruyff se entendió muy bien con Rinus Michels (entrenador suyo en el Ajax, en la Selección Holandesa y en el Barça) porque le dejaba ser el centro neurálgico del Fútbol Total, un segundo entrenador dentro del campo que multiplicaba así la potencia intelectual del conjunto. Un periodista de la época lo definió a la perfección: "un Pitágoras con botas".

Johan, con su carisma, cambió la afición azulgrana él solo dos veces. La primera vez, cuando fichó por el Barça en 1974, durante la dictadura, enseñó a los atemorizados catalanes que se podía ganar 0 a 5 al Real Madrid y celebrarlo con la frescura de un Beattle. Cruyff también se ganó la admiración de los catalanes a raíz de un partido en el que, al ser expulsado, salió la policía a escoltarlo fuera del campo (como era frecuente cuando había disturbios en aquellos tiempos) y él les habló con una altivez y menosprecio como nadie se había atrevido a hacerlo durante la dictadura. A nivel personal, en mi casa siempre le estaremos infinitamente agradecidos porque en aquella época hizo algo inolvidable por mi padre, que estaba detenido en la cárcel a raíz de unas protestas de estudiantes. Una periodista le pidió si podía firmar una foto para mi padre y Cruyff, indignado al saber el motivo, no dudó ni un momento: "Para Xavier, esperando que pronto pueda ver al Barça". La afición culé celebró que Johan y su esposa Danny decidieran poner Jordi a su hijo: no ha habido ningún otro jugador extranjero en el Barça que haya interiorizado tan bien desde el primer día que el Barça era "más que un club". No es ninguna exageración decir que Cruyff era más querido que cualquier político.

La segunda vez fue cuando volvió al Barça como entrenador en 1988 y se encontró que los catalanes necesitaban una lección no de política sino de fútbol. En las tres décadas anteriores el Barça había ganado sólo una liga cada década (1960, 1974 y 1985, por 17 del Madrid). El equipo jugaba acomplejado y el aficionado culpaba a los árbitros de las derrotas. Cruyff fue la célula madre que engendró los tejidos que luego formarían el cerebro y el corazón azulgranas. Él enseñó a querer el balón y a pensar. Nos mostró que el fútbol se enseña desde el rondo y desde la posesión, no desde el físico y la furia como se estilaba hasta entonces. Re-estructuró la Masía siguiendo pautas del Ajax y estableció que todas las categorías debían jugar con el mismo sistema que el primer equipo (una idea de Jack Reynolds, el primer entrenador del Ajax, conocido también por su filosofía que "la mejor defensa es el ataque"). En este aspecto Cruyff tuvo el mejor ayudante en Charlie Rexach, ex-compañero en el Barça y entrenador brillante en la Masía en su ausencia (los juveniles habían ganado 5 años consecutivos bajo su dirección). El Camp Nou comenzó silbando las pasadas atrás de Bakero porque no entendía su propósito. En cuanto Cruyff formó el esqueleto del equipo con niños de la casa, y a medida que el Dream Team deslumbró con sus goles, el socio comprendió que el estilo era un camino irrenunciable. Desde que Cruyff empezó a entrenar al Barça, en los últimos 27 años el club ha invertido la balanza y ha ganado 13 ligas (por sólo 9 del Madrid). Cruyff acabó convenciendo a todos con una lógica incontestable, casi infantil: su mensaje debía ser comprensible incluso para los niños. No emitió lecciones pedantes sobre la posesión sino que dijo: "Mientras nosotros tenemos el balón, lo contrario no la tendrá". No teorizó sobre los beneficios del fútbol de ataque sino que dijo: "En fútbol sólo hay que marcar un gol más que el adversario". Y para el bobo que no lo entendió, dijo: "Si hubiera querido que lo entendieras, lo habría explicado mejor". El gran poder dialéctico de Cruyff radica en que no admitía contra-réplica. "Todo el mundo juega bien al fútbol si le das cinco metros de espacio. El fútbol es simple pero lo más difícil es jugar al fútbol de manera simple ". Una inteligencia de gallina de piel.


Este sistema, originado en la escuela del Ajax, lo implantó Cruyff en el Barça y es tan irrenunciable que hablamos de ADN Barça – la envidia de medio planeta –, forma parte de la identidad culé y ha permeado la mayoría de academias de fútbol del mundo. El estilo Barça ha sido imitado por las selecciones española y alemana para convertirse en campeonas del mundo. Clubes rivales de todas partes del mundo, desde el Real Madrid hasta la Premier, ahora fichan centrocampistas “peloteros" (la mayoría del Barça o españoles) para intentar mejorar la circulación en el centro del campo. Todos siguen los simples dictados de Cruyff. De los ocho equipos en cuartos de finales de la Champions League de 2015, cuatro eran pupilos de Cruyff. Johan fue la célula madre pluri-potente que regeneró las mentes y los corazones marchitos de los aficionados, que fulminó el cáncer del catenaccio y de la patada a la olla, y que reactivó las neuronas que planifican rondos y triangulaciones y también el músculo que bate más fuerte cuando nos enamora el buen fútbol.
Gracias, Johan. De todo corazón.


 http://afolch.blogspot.com/p/elsorganismes-biologics-multi-cel.html
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