Saturday, April 26, 2014

LAS CENIZAS DE TITO


Absolutamente todos los elementos que nos rodean en nuestro planeta, desde los del aire, la tierra y el agua hasta el más insignificante átomo de nuestra anatomía, fueron creados en las estrellas. No venimos de una sola estrella sino de sucesivas generaciones de estrellas cada una de las cuales, al final de su ciclo vital, estalló en un gran cataclismo que fusionó los átomos de su interior y produjo nuevos elementos. Estos experimentos de química del Universo se llaman supernovas, y sin ellas no existiría en la Tierra la gran variedad de elementos que ahora conocemos como la Tabla Periódica. Dentro de varios miles de millones de años nuestro Sol también alcanzará su fase terminal en la que se hinchará hasta vaporizar a la Tierra con su calor, y finalmente la mayoría de su material será expelido hasta el espacio donde se convertirá en polvo interestelar. Todos volveremos a las estrellas algún día. Sin saber nada de astrofísica, los escribanos de la Bíblia ya lo advirtieron: “Polvo eres y en polvo te convertirás”.

Hoy las estrellas están tristes. Se nos ha muerto Tito Vilanova, el técnico del Barça que junto con Pep Guardiola levantó el inaudito récord de 14 de 19 títulos en 4 temporadas, incluido el primer sexteto de la historia del fútbol. No era un mero ayudante: Pep lo escogió por ser su fiel amigo y un brillante estratega. Tito diseñaba las jugadas a balón parado y convenció a Pep de que la mejor manera de defender los córners era zonalmente, dada la inferioridad atlética de los jugadores del Barça. Cuando se fue Pep ganó otra Liga más (igualando el récord de 100 puntos de la Liga y batiendo el de goles a favor, con 115), todo ello a pesar de tener que ausentarse debido a su tratamiento. Conocido como “el Marqués” cuando jugaba en divisiones inferiores por su atención al detalle – se fijaba en la presión del balón y en la longitud y humedad de la hierba –, había sido un jugador de toque fino y pase exquisito.

He soñado que las cenizas de Tito se esparcían por los campos de La Masia para que los átomos de su cuerpo se reintegrasen a los prados verdes y generaciones de jóvenes futbolistas pudiesen seguir disfrutando con sus enseñanzas, ahora estampadas en la hierba. Ahí Tito empezó a ejercer de entrenador para el Barça y entrenó a la mejor generación de cadetes que jamás haya visto el club (Piqué, Messi, Cesc, entre otros). Siempre tuvo presente de dónde venía y lo que representaba La Masia en el contexto del fútbol español. “Debemos estar muy contentos por tener una cantera capaz de enfrentarse a la plantilla más cara de la historia del fútbol mundial”. Por algo fue el entrenador que dio más minutos a los canteranos del filial en toda la historia del Barça (286 minutos por canterano de promedio, comparados con los 171 de promedio de Guardiola en los 4 años anteriores o los 255 del último año de Pep).

Se ha muerto un hijo de La Masia. Todos, hasta las piedras y los árboles lloran hoy en el Barça porque Tito encarnaba en una sola persona todas las virtudes que la cantera intenta enseñar a sus pupilos: inteligencia, trabajo constante y la fidelidad a los amigos. Todos los átomos de La Masia se lamentan hoy por Tito, pero llegará un dia feliz en que la termodinámica del Universo los volverá a hacer bailar con los de Tito, durante una explosión estelar que borrará todo este dolor para siempre mientras alguien envía a las estrellas el mensaje favorito de Tito: “Para mí no hay mejor terapia que el fútbol”.

Wednesday, April 23, 2014

LAS SEMILLAS DE LA MASIA



El polen que producen muchas plantas contiene el equivalente del esperma de los animales superiores como los humanos: las células para su reproducción sexual. Con las plantas, como el macho y la hembra no pueden entrar en contacto físico directo (la llamada cópula), la Naturaleza les ha proporcionado mecanismos para esparcir el polen mediante el viento (las plantas anemófilas) o mediante insectos (las plantas entomófilas). Cuando el viento o el insecto depositan granos de polen en la flor, concretamente en su ginoecio (el órgano reproductor femenino de la planta), se puede producir la fecundación de uno de los óvulos que contiene produciendo el crecimiento de una semilla hasta tomar la forma de un fruto jugoso.

La Masia fue fundada oficialmente for el presidente Josep Lluís Núñez en 1979 cuando convirtió la casa pairal Can Planes anexa al Camp Nou en una residencia para futbolistas jóvenes de la cantera. La necesidad de reforzar el equipo desde la cantera tiene sus orígenes en el año 1972, cuando el presidente Agustí Montal y el recién incorporado entrenador del primer equipo Rinus Míchels presenciaron la derrota del Barça juvenil contra el anterior campeón (Damm) en la final de la Copa Catalunya. Para asegurarse un cauce de buenos jugadores hasta el primer equipo, Montal fichó al que por entonces lideraba la mejor cantera de España, Laureano Ruiz. Ruiz cambió por completo la metodología de formación de futbolistas, dando prioridad a la técnica por encima del físico – en contra de lo que se estilaba –, y sintonizó muy bien con Míchels – que ya estaba acostumbrado a métodos similares empleados por el Ajax. Los juveniles (un grupo distinto cada año) ganaron las temporadas 1973-1977 (año en que dejó el cargo Ruiz), sin embargo de esa época sólo se recuerdan un par de canteranos que llegaran al primer equipo (Carrasco, Calderé). Pero de golpe ocurrió algo que cambió la historia del club: pasó Cruyff por el Barça y dejó la semilla del Fútbol Total en las retinas del aficionado – y también en las de su compañero de equipo Charly Rexach, que entrenaría a otra generación fantástica de juveniles en los años 80 (Milla, Amor, Tito Vilanova, Jordi Roura, el padre de Busquets, y Najim, entre otros): ganarían dos campeonatos y un sub-campeonato de Liga.

Cuando Cruyff aceptó volver al Barça como entrenador en 1988, él ya pudo saber por Rexach que La Masia era una flor a punto para ser polinizada. El agente polinizador – el viento que trajo el polen – fue el mismo Cruyff. Él trajo del Ajax métodos avanzados de entrenamiento, el uso sistemático del rondo (aunque Ruiz y Michels ya lo habían utilizado antes, con resultados poco visibles), y la coordinación del estilo de juego del fútbol base a imagen y semejanza del del primer equipo (un concepto muy arraigado en el Ajax ideado por su primer entrenador, Jack Reynolds). La Masia empezó a dar sus primeros frutos bajo el estímulo del Dream Team – aunque para entender por qué los primeros (Amor, Milla) ya entendían el estilo del Dream Team sin haberlo visto nunca hay que recurrir a la Historia: ellos eran los frutos y Cruyff había sido el viento polinizador.

El ciclo polinizador de Cruyff no acabó al marcharse Cruyff, todo lo contrario. La mayoría de sus pupilos más avanzados (Van Basten, Koeman, de Boer, Laudrup, Guardiola) se han convertido en el polen de su estilo como entrenadores que pregonan su visión del fútbol basado en el principio de la posesión. Es difícil concebir el fútbol actual sin la aportación de este holandés. Guardiola creó el Pep Team que deslumbró al mundo basándose en los argumentos básicos de Cruyff –  posición, presión, posesión – y refinó el modelo utilizando casi exclusivamente a jugadores de La Masia; ahora ha exportado el modelo a Alemania. En las últimas dos décadas, La Roja no habría ganado ninguno de sus tres preciados galardones (dos Eurocopas y un Mundial) sin los seis o siete internacionales de La Masia. Cuando Alemania fue derrotada en semifinales del Mundial de Sudáfrica en 2010, el entrenador alemán Joachim Löw dijo que “se puede ver en cada pase: la manera como juega España es la manera como juega el Barça”. En 2013, de los 38 jugadores en activo producidos por La Masia jugando en una gran liga (España, Francia, Alemania, Holanda, Italia, o Inglaterra), 14 estaban jugando en el Barça (37%), 18 en equipos españoles (47%), y 6 fuera de España (16%).
El polen de La Masia llega ahora a los países más impensados, como Inglaterra, el país del fútbol directo donde hasta hace poco la posesión no valía un duro e imperaba la ley del patadón. Ahora ya no hay sólo un agente polinizador como cuando aterrizó Cruyff sinó que se cuentan a docenas. Aprovechándose de una legislación que les permite ofrecer contratos a jóvenes de 16 años (en España los contratos están prohibidos hasta los 18), los ojeadores británicos se pasean por la Ciutat Esportiva cada domingo como abejas para tratar de llevarse algun talentoso joven grano de polen pegado a las patas de regreso a su país. Algunos canteranos, efectivamente, se van, y contribuyen a que de un tiempo a esta parte se vea menos patadón y más control en el fútbol inglés: éste es el caso de Cesc Fàbregas y Mikel Arteta (Arsenal), Gerard Piqué (Manchester United), Oriol Romeu (Chelsea), o Pepe Reina (Liverpool), entre otros. También los técnicos de La Masia prueban fortuna: Rodolfo Borrell (el primer entrenador de Messi) – ahora en el Manchester City –, Luis Milla – que probó fortuna en la selecciones nacionales juveniles –, Óscar Garcia – en el Maccabi Tel Aviv –, y Albert Benaiges – en el Al Wasl de Dubai. El método de formación de La Masia se estudia no sólo en todas las canteras futbolísticas del planeta sino también en las mejores facultades de empresariales del mundo. La Masia funciona tan bien que hasta la Harvard Business School ha enviado a sus abejorros para llevarse un poco de la semilla blaugrana original, a ver si sus frutos sirven para curar a América de sus males.

Sunday, April 20, 2014

LA GANGRENA DEL BARÇA

La gangrena es una enfermedad que se caracteriza por la parada total de flujo sanguíneo en un punto localizado de un órgano, a causa de una herida, una infección, o un coágulo. Al no llegar oxígeno a las células, el tejido circundante muere y puede atraer una rápida proliferación de bacterias que, si se extienden a órganos vitales como el corazón o el cerebro, producen la muerte del individuo en unas pocas horas. Por eso en las películas se dan tanta prisa en amputar a los enfermos con gangrena, con o sin anestesia.

Podríamos decir que los órganos vitales de un club de fútbol estan todos en su junta directiva: el presidente es el corazón, el director deportivo el cerebro, y el resto de la junta es el hígado. En el Barça, el presidente Laporta y Begiristáin como director deportivo formaron en su día el tejido que trajo a Rijkaard y a Ronaldinho, luego a Guardiola para edificar con su visión una de las épocas más gloriosas que se recuerdan en el fútbol. El club sufrió una herida profunda cuando Pep Guardiola anunció que no renovaría su contrato. La gestiones del presidente Rosell y de Zubizarreta, su director deportivo, han provocado que aquella herida abierta se haya infectado y transformado rápidamente en una gangrena.
Primero, fue una irresponsabilidad mantener a Tito Vilanova enfermo en el cargo; dada su grave enfermedad, debería habérsele buscado de inmediato un sustituto a largo plazo. En ese embrollo el Barça cedió una Liga a un Real Madrid con un mediocampo muy inferior al del Barça.
 
Segundo, se han roto las relaciones con Cruyff y Guardiola, dos iconos azulgranas, y se prefirieron los petrodólares de Qatar Foundation (convertida por engaño a Airways) a la firma honorable de Unicef – episodios cuyo daño a la imagen del club tendrá que calibrarse en generaciones venideras.

Tercero, no se cuidó a Thiago Alcántara, una de las perlas de la cantera, y por una cantidad ridícula pasó a reforzar al mayor rival del Barça en Europa. La herida estaba supurando y nadie dimitió: el peor síntoma.

Cuarto, tolerar la alineación de Pinto por razones de equilibrio de vestuario – es muy amigo de Messi – ha sido un error craso que según algunas opiniones ha costado títulos al club; debería habérsele explicado a Messi que, priorizando al amigo del mejor por delante del mejor, su ejemplo humano se deshincha ante el mundo.

Quinto, se le escondieron al socio artimañas financieras para desembolsar la friolera de 100 millones de euros por el fichaje de Neymar, un capricho de Rosell que en su delirio de grandeza se imaginó estar ante un nuevo Pelé; quién sabe si los vale – por ese precio Lewandowski o Falcao habrían aportado las variaciones tácticas y poderío físico que le faltan al Barça –, pero muchos socios se preguntan ahora qué verdades – como la de Qatar – les han contado a medias.

Sexto, en plena crisis económica, se pasó de una política de contención de salarios a un aumento desenfrenado de los contratos, lo cual repercute en el equilibrio del vestuario, en las finanzas del club, y en la proyección ética del Barça.

Séptimo, las reiteradas trampas fiscales del Barça – las sociedades bananeras del padre de Messi, los pagos secretos al padre de Neymar, y el incumplimiento de la sensata normativa de la FIFA sobre las transferencias internacionales de menores – se dan bofetadas con la imagen de que el Barça es más que un club; para restituir su imagen, el Barça debería haber destituido fulminantemente al genio de las finanzas que ha planificado tal algarabía fiscal y ya ha costado una fortuna al club. Pero esta junta no acepta responsabilidades.

Y por último, Zubizarreta fichó casi por teléfono - por encargo de Rosell y por recomendación del presidente de Paraguay - a un entrenador sin experiencia en el fútbol europeo y con poco conocimiento de La Masia. Tata Martino ordena a sus defensas que peguen patadones al balón como si jugaran en segunda división – “para ampliar nuestro abanico de opciones tácticas”, repite Piqué las palabras de Martino –, contra el principio de precisión de Cruyff de que “para qué mandar un pase de 40 metros si con 20 metros ya basta” y usando una lógica de profesor de gimnasia (“nosotros no tenemos jugadores para tirar de balones largos, pero vamos a insistir”, “no estábamos interesados en que Messi participara”), cuando a todas luces el equipo se derrumba porque la avanzada edad de algunos jugadores no aguanta la presión en la media. El equipo, irreconocible en el estilo y en la intensidad, regala puntos a los colistas en la Liga (Valladolid, Granada) y la Copa a un Real Madrid muy débil (dos goles de contraataque en el hueco dejado por Alves, luego mal atajados por Pinto), y en Champions se estrella contra el fútbol de piernas del Atlético de Madrid. Este es el principal mal del club: Zubizarreta y Martino tienen jóvenes magníficos pero no saben gestionar el declive de sus estrellas. Al Tata se le recordará con gran afecto porque es honestísimo: “No supe interpretar el partido”, dijo cuando el Barça perdió contra la Real Sociedad con una alineación absurda.

La principal razón para ser optimista es, como siempre, La Masia: llegan jugadores maravillosos como Deulofeu, Rafinha, Semper, Lee y Take que formarán otros equipos legendarios. Aunque parte de la gangrena que ahora corroe al Barça, Rosell, ya fuere amputada, para el aficionado escéptico el peligro de infección persiste porque en el puesto de Rosell hay ahora el presidente Bartomeu, su anterior vicepresidente. Lo más sospechoso es que la actual junta, en lugar de despedir a Zubi, lo ha arropado con un proyecto florentino-faraónico de ampliación del Estadi para distraer a la parroquia culé del mal que le amenaza: como si el Camp Nou estuviera siempre a rebosar o al Barça le sobrara dinero; el proyecto ha sido aprobado por los votos de menos del 23% del total de los socios y la directiva ha tenido la osadía de celebrarlo como un “triunfo democrático”. Si el socio no aplica el bisturí a esta junta cuanto antes, la gangrena acabará con el Barça y el nuevo Camp Nou estallará como un gigantesco grano de pus.