Monday, March 31, 2014

EL HONGO SIMBIÓTICO DEL BARÇA

En 1867, el botánico suizo Simon Schwendener anunció su revolucionaria teoría de que los líquenes, aparentemente organismos simplísimos, eran en verdad seres compuestos por un hongo y un alga que cohabitan y crecen juntos en una relación mutuamente beneficiosa ahora denominada simbiosis. Desde entonces los biólogos han descubierto numerosos casos de relaciones simbióticas. Los humanos, sin ir más lejos, cohabitamos con centenares de especies de bacterias que viven apaciblemente dentro de nuestros intestinos para ayudarnos a hacer la digestion.

Desde el Barça se protesta que el Real Madrid se ha aprovechado de sus influencias políticas para engrosar su historial. En el año 2000, Florentino Pérez llegó a la presidencia del Real Madrid y activó una operación inmobiliaria con la ayuda de su antiguo compañero de partido y entonces alcalde de Madrid por el PP, Álvarez del Manzano (quien recalificó de un plumazo unos terrenos destinados a la cantera del club). Esa operación saldó una deuda de 270 millones de euros y financió a los Galácticos que ganaron dos Champions (2000, 2002). Si el Madrid no hubiera podido disponer de 400 millones de euros para comprar a Zidane, Figo, Ronaldo, Beckham, Robinho, Cristiano Ronaldo y los demás, las cinco Ligas Galácticas (2001, 2003, 2007, 2008, 2012), argumenta el Barça, hubieran sido blaugranas. En la cima, al fin y al cabo, sólo hay sitio para uno. El Barça lloriquea que ya es la segunda vez que el mundo del deporte asiste impertérrito a una interferencia política de ese calibre: Franco robó a Di Stefano al Barça, una operación que reportó 5 Copas de Europa y 8 Ligas para el club merengue en un momento en el que el Barça también era uno de los grandes de Europa (Kubala, Kocsis, Czibor, Suárez, Ramallets), por lo tanto la saeta rubia – el Messi de su tiempo – fue sin duda determinante. Aunque la Quinta del Buitre y su fútbol coral no se lo merezca, la Historia escribirá que la gloria del Real Madrid se sustentó en su poderío político-financiero. El club tiene una cantera muy brillante, pero su junta la usa como estraperlo para producir ingresos.

Nadando en el mismo ecosistema que el Real Madrid está su mayor rival, el Barça, que también se ha enriquecido con los viles tratos de favor de las teles para con los dos grandes. No obstante, el mayor tesoro del Barça radica en La Masia. Hace ya más de 25 años, con la llegada de Johan Cruyff al Barça como entrenador en 1988, el club sustituyó la chequera (el estilo de Núñez) por la cantera y un manual de estilo copiado del del Ajax: posición, posesión, presión; Cruyff mandó a los niños a jugar como el primer equipo y salieron entonces como salsichas “jugones” técnicos y de mente rápida. Desde el año 2000, ganarían dos Eurocopas (2008, 2012) y un Mundial (2010), además de 6 Ligas (2005, 2006, 2009, 2010, 2011, 2013) y 3 Champions (2006, 2009, 2011). Los fichajes estrella (Ronaldinho, Ibrahimovic, Neymar) han tenido que adaptarse al estilo del equipo o marcharse.
La mayor productividad de La Masia ha coincidido con el reinado de Florentino Pérez y eso no puede ser casualidad. En realidad, la mayor amenaza para el Real Madrid no es el Barça ni los socios del Barça deberían demonizar a Florentino Pérez como al Darth Vader del fútbol: el mayor rival del modelo del Real Madrid es La Masia. Han coincidido en el tiempo dos grandes acontecimientos en la historia del fútbol: una productividad sin precedentes en una cantera y la mayor inversión jamás vista de su club rival. La Masia es un ente que, apostando por la educación, desafía a los conglomerados immobiliarios y a los petrodólares rusos y cataríes demostrándoles que hay cosas intangibles en el fútbol que no se pueden comprar. Xavi, Iniesta, Busquets, Cesc, Messi, Piqué y compañía triangulan como bailarines porque jugaron juntos al fútbol desde niños; ahora no hay dinero que los separe. Basándonos en argumentos puramente científicos, el socio blaugrana nunca debería exigir cambios en la junta madridista o en su modelo de chequera, porque La Masia disfruta de un estado de simbiosis con el Real Madrid en el que ella se lleva la mejor parte. Cada día, los billetes de Florentino ayudan a La Masia a hacer su digestión. Los chavales de la cantera aprenden que el fútbol no es más que un juego: uno no llora por los títulos robados o comprados y sólo importan los títulos sudados. Parece como si Florentino Pérez trabaje a largo plazo para estimular el crecimiento de La Masia, como si fuese un vulgar hongo al servicio del Barça.

Friday, March 28, 2014

EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN, ÉSTA ES LA CUESTIÓN

En ciencia, la palabra evolución se refiere al proceso descubierto por Charles Darwin que consiste en la adaptación de las especies biológicas a su ecosistema al producirse cambios genéticos que les dan una ventaja de supervivencia – el llamado mecanismo de la selección natural. El Hombre ha sido capaz de acelerar este proceso con la crianza de animales domésticos o de granja y también con terapias genéticas que modifican directamente genes del animal.

La tarea de La Masia se asemeja un poco a la de una granja que cría jugadores para el primer equipo en base al modelo que creó en su día Johan Cruyff, el gran Darwin blaugrana. Cruyff pidió a La Masia que le creara jugadores con unos genes particulares: de técnica finísima, a poder ser veloces, y que fueran capaces de pensar muy rápido en el ecosistema del 4-3-3 o su variante el 3-4-3. Como todas las enseñanzas del holandés, la premisa era fácil de entender para los niños: los pequeños debían jugar como los mayores. Los ojeadores y entrenadores de La Masia trabajaron muy duro y en casi treinta años han producido una larga lista de perlas que es la envidia del mundo entero: Milla, Guardiola, de la Peña, Xavi, Iniesta, Valdés, Piqué, Cesc, Messi, Busquets, Pedro, Thiago, Bartra, Samper, etc. (no caben todos).

Hace unos días, Rexach salió en defensa de la cuestionada gestión del entrenador Martino recordando que, a medida que los rivales mejoran su conocimiento del estilo del Barça, el club debe evolucionar su estilo, por ejemplo hacia un 4-4-2. Es un punto interesante que merece consideración, viniendo de una leyenda del fútbol y experto en fútbol base. Rexach recordó que también el Dream Team fue pitado en el Camp Nou cuando Bakero empezó a retrasar el balón en medio de un contrataque, y luego se demostró que era el público el que se equivocaba. Ahí Rexach sugiere que el Camp Nou es averso al cambio y que está lleno de bobos, y en ese punto no puedo estar de acuerdo con él. El socio blaugrana, que yo recuerde, ha aplaudido siempre los cambios que han resultado en una evolución positiva del equipo. El fútbol tiene en común con la danza que su técnica es muy difícil de dominar pero su belleza es fácil de apreciar hasta por un niño. Ocurre que los primeros retrasos del Dream Team no eran ejecutados con la precisión pitagórica a la que nos acostumbró más tarde el Pep Team y ralentizaban el juego con posesiones innecesariamente largas – por eso se impacientaba el socio. No hay por qué reescribir la historia e intentar colarnos los retrasos de Bakero como un hito futbolístico: basta admitir que fue un gran experimento en evolución.

Para el Tata Team la cuestión está, claro, en cómo se evoluciona. Seguirá aprendiendo La Masia a triangular con un 4-3-3 mientras el primer equipo juega con un 4-4-2, contraveniendo el principio educativo de que el primer equipo debe ser el reflejo de todo el fútbol base? Da la sensación de que el cuerpo técnico actual ha llegado a esta formación táctica no por una necesidad de estilo, como argumentaba Rexach y sería deseable, sino porque, estadísticamente – de todas las formaciones ensayadas con las rotaciones –, es la formación que más victorias ha reportado. Así es difícil para la parroquia blaugrana ver en el Tata a un nuevo Darwin iluminado. De momento, la terapia genética de Martino no funciona: los patadones al balón de Mascherano y Piqué acaban en tierra de nadie y Alves no aprende a centrar ni a tiros; el flanco derecho, con Xavi y Alves, exhibe unos agujeros defensivos directamente proporcionales a su media de edad; la falta de presión en el centro del campo es una clara involución, no una evolución respecto al Pep Team. Martino ni siquiera aplica mecanismos de selección del más apto cuando se pierden partidos intrascendentes for falta de tensión competitiva; y es inadmisible que Xavi considere que su status de leyenda le autoriza para lanzar (y fallar) los golpes francos – está rodeado de especialistas como Cesc y Neymar. Se extingue la luz de Darwin en el Barça y no hay indicios de que Zubizarreta piense hacer nada para evitarlo.