Sunday, September 21, 2014

ÍCARO VUELVE A VOLAR (versió catalana: clica aquí)

Los humanos han soñado con volar desde tiempos inmemoriales. En la mitología griega, el artesano Dédalo confecciona para él y para su hijo Ícaro unas alas de cera y plumas para poder escapar del laberinto donde también está atrapado el monstruo Minotauro. Antes de volar, advierte a su hijo que no debe volar cerca del Sol o sus alas se fundirán, pero el joven está tan absorto en el placer de volar que se olvida de la advertencia y vuela tan alto que se acerca demasiado al Sol, con lo cual se funden sus alas y se cae al mar. Las alas de Ícaro inspiraron a muchos inventores, que durante siglos desarrollaron modelos primitivos de alas delta para tirarse desde lo alto de árboles o torres, a menudo con finales trágicos. Leonardo da Vinci también inventó unas alas, aunque nunca llegó a probarlas, y dedujo que un objeto ofrece tanta resistencia al aire como el aire al objeto – una conclusión que anticipó en doscientos años el principio de acción y reacción de Newton.

La Masia es el taller donde los Dédalos y los Leonardos da Vinci del fútbol de formación fabrican alas para que los jóvenes futbolistas puedan echarse a volar hacia el Camp Nou. Ahí, cuando aterrizan, demuestran que lo que aprendieron desde niños en La Masia les ha preparado para ejecutar movimientos sincronizados con su equipo de manera parecida a cómo una compañía de baile educa a los bailarines desde muy jóvenes a controlar su cuerpo al son de la coreografía. Al club le gusta y le conviene este modelo educativo porque, así, los chavales que vienen de La Masia juegan de memoria y, de pasada, aman tanto el club que se desviven por quedarse en él para siempre.

Algo pasa con la ejecución del modelo cuando dos de las perlas de la cantera, Thiago y Cesc, han decidido marcharse del club. Para ambos llegar al Camp Nou fue la ilusión de su vida, como para Ícaro volar, pero ambos no llegaron a cuajar como titulares y se estrellaron – algunos insisten que porque tuvieron la mala fortuna de coincidir con Xavi e Iniesta, el Sol que alumbraba entonces el Estadi y que derritió sus alas. Cesc Fàbregas se ha marchado ya dos veces del Barça. El Barça, con sus presidentes que esconden contratos oscuros con Qatar y con Brasil, probablemente da miedo. La Premier, en cambio, es como el cielo para un futbolista sencillo y vertical como Cesc. Pero las comparaciones de Cesc y Thiago con Xavi e Iniesta (“No está a su nivel”, “No baja a defender”) fueron siempre ruines porque olvidaban que jugando menos minutos (sin rechistar) Cesc hacía más goles que ellos dos juntos, pues tiene una llegada y un chut envidiables; y Thiago es un artista como pocos. También a Iván de la Peña se le criticaba con semejante rumorología y aún añoramos sus genialidades. Ningún técnico dijo “Y Cesc?” cada vez que que Xavi se ponía en evidencia fallando (como era habitual) un tiro libre, mientras tenía a su lado a uno de los mejores ejecutores de faltas de la historia de la Premier. Xavi e Iniesta han sido enormes jugadores, pero también lo son Cesc y Thiago – y la vida de un futbolista es demasiado corta para pasársela chupando banquillo. Cesc y Thiago se marcharon simplemente porque entendieron que los técnicos y la directiva decidieron alargar artificialmente la vida deportiva de Xavi, que hace ya un año largo que no debería jugar en el Barça. Xavi es ya una leyenda, pero sus piernas no son eternamente jóvenes.

El caso de Cesc Fàbregas pone en evidencia la pésima gestión de La Masia por parte de la directiva. Valoraron a Cesc a la baja en función de su pobre rendimiento en un año en que todo el equipo tuvo un rendimiento desastroso. Dato correcto, conclusión errónea: falta profundidad de análisis. La directiva se ha jactado del balance positivo del traspaso de Cesc y para ocupar su posición han fichado a Rakitic, un centrocampista que (como Koke) puede hacer de parche porque tiene buen toque y fondo físico – pero para jugar en el centro del campo del Barça hay que ser más que bueno: hay que tener la excelente visión de pase de Cesc o de Thiago. Esta directiva no entiende que, precisamente porque el ADN Barça tarda años en cultivarse, la pérdida de un jugador de La Masia siempre supone una tragedia para el primer equipo, y en cualquier caso (antes de jactarse como idiotas) a la ganancia económica hay que restarle el efecto reforzador de un rival europeo. El Chelsea (a la cabeza de la Premier gracias a los pases de Cesc) es ahora un rival sumamente peligroso, y si el Chelsea eliminase al Barça de la Champions el traspaso de Cesc dejaría de ser un éxito económico.
Nos queda una lectura positiva. En realidad, Cesc y Thiago – y todos los jóvenes de la cantera que triunfan fuera – contribuyen a perpetuar la noción de que La Masia es, de lejos, la mejor academia de fútbol del planeta. Dentro de un siglo se dirá que los grandes futbolistas de la época se fabricaban en Barcelona. Ahora, en el Chelsea, Cesc vuelve a maravillar a los aficionados con sus asistencias y eso – que Ícaro vuelva a volar – a muchos culés nos llena de orgullo. Cada gol, cada asistencia de Cesc y Thiago recuerdan al mundo que el legado de La Masia es mucho más grande que todos los títulos del Barça y también que todos sus directivos. Los hijos de nuestros hijos aún hablarán de Cesc y Thiago, los jugadores que tocaron el Sol fuera del Barça, pero ya nadie sabrá quién fue ese ridículo director deportivo apodado Zubi.


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Sunday, September 7, 2014

ASSAIG DE CÀNTIC AL CAMP NOU


ESPECIAL SATÍRIC 11 DE SETEMBRE, DIADA NACIONAL DE CATALUNYA (NOMÉS EN CATALÀ)

Nota: És coneguda de tothom l’afició d’Andoni Zubizarreta de voler-se quedar amb el personal citant els llibres que llegeix – com si llegir un llibre fos un gran mèrit. El que és menys coneguda és la seva afició a escriure poemes en les moltes estones lliures que està tancat al seu despatx sense cardar brot perquè ja se li han esgotat les idees de com carregar-se aquesta Masia que a ell i a el president els fan sentir-se tan i tan minúsculs. Aquí en teniu un exemple:


ASSAIG DE CÀNTIC AL CAMP NOU

Oh, que cansat estic de la meva

covarda, vella, tan salvatge junta,

i com m’agradaria allunyar-me’n,

Masia enllà,

on diuen que la gent és neta

i noble, culta, rica, lliure,

desvetllada i feliç!

Aleshores, al palco, els directius dirien

desaprovant: “Com l’ocell que deixa el niu,

així el Zubi que se’n va del seu indret”,

mentre jo, ja ben lluny, em riuria

de la llei i de l’antiga saviesa

d’aquest meu àrid club.

Però no he de seguir mai el meu somni

I em quedaré aquí fins a la destitució.

 

Car sóc també molt covard i salvatge

i estimo a més amb un

desesperat dolor

aquesta meva pobra, bruta, trista, dissortada junta.

Monday, September 1, 2014

EL BARÇA ES UNA PEONZA (versió catalana: clica aquí)


La peonza es un juguete que ha existido desde la Antigüedad. Se aguanta sobre una punta sólo cuando está girando debido a la estabilidad que le proporciona el movimiento giratorio. Esta estabilidad es debida al principio de conservación del momento angular, que es una propiedad de todo cuerpo en rotación. Si no actúa ninguna fuerza sobre la peonza, el momento angular se mantiene constante tanto en el ángulo como en la magnitud y la peonza se aguanta derecha infinitamente. En la realidad, una peonza no se aguanta girando infinitamente porque la fricción de la peonza con la superficie y con el aire hace que se ponga a perder momento angular y acabe cayéndose al suelo.

Los equipos de fútbol son entidades de por sí muy inestables que suelen tener unos ciclos de esplendor y otros de decadencia, como peonzas: durante un tiempo se sostienen, atrayendo los focos de los medios, y después se pasan una temporada por los suelos, sin que nadie les preste atención. El Dream Team hizo enderezar un club que hacía tiempo que no se levantaba y con su fútbol de ataque hizo un ejemplo en toda España. Después la peonza vaciló, pero Guardiola la volvió a enderezar y la hizo girar con una energía como no se había visto nunca. La tragedia de Tito y la incompetencia de Zubi y de Martino juntas lograron frenar el impulso de Guardiola hasta hacer caer la peonza estrepitosamente.

Ahora la peonza, con Luis Enrique, parece que se quiere levantar, pero le cuesta. Hay algo que le pesa mucho, y es esta junta anquilosada de okupas que no quiere dimitir ni a tiros. Sandro Rosell y su grupo de amigos de Esade han pisoteado todo lo que hizo grande al Barça y aquí no ha pasado nada: muchos socios no se han dado cuenta de que estos yuppies desembarcaron en el Barça para forrarse. El enemigo lo tenemos en casa. Se han apuntado al modelo mercantilista de Florentino Pérez que ficha y re-vende para hacer negocio, pero esta tropa no saben hacer ni eso: el Madrid vende el pepa de Morata por 20 M € y el Barça deja ir libres de contrato perlas como Javier Espinosa; Florentino hace un negocio redondo con Di María (84 M €) y el Barça, en cambio, el año que viene regalará Alves, un jugador de una polivalència única (i per lo tanto aún muy valuoso) però que ya comienza a tener demasiados años para las exigencias físicas de su posición. Digámoslo de una vez por su nombre: la persona responsable de los fichajes (Zubizarreta) no tiene ni puta idea. En los últimos dos años Zubi ha demostrado repetidamente que no está profesionalmente capacitado para ocupar su cargo: 1) no supo retener los dos centrocampistas que habían sido formados para relevar a Xavi e Iniesta (Thiago y Cesc), una mala gestión que terminó reforzando dos de los máximos rivales europeos (Bayern y Chelsea); 2) no supo identificar cuándo había que fichar centrales de altura; 3) ha terminado fichando, tarde, dos centrales de edad avanzada y propensos a lesionarse (Mathieu y Vermaelen), una pésima inversión porque durarán pocos años y se devaluarán; 4) ahora ficha un centrocampista sin ADN Barça (Rakitic), un futbolista notable pero netamente inferior a los que forma la cantera (Thiago, Cesc, Sergi Roberto, Sampertodos internacionales contrastados). No extraña, pues, que en el Crackòvia a Zubi se le caracterice como el inútil por antonomasia. Los aficionados, mientras tanto, tenemos que arrastrar la vergüenza de una camiseta que está hecha un cromo con tantos patrocinadores, el contrato engañoso de Neymar, 162 millones de euros la mitad de los cuales se han invertido en futbolistas de "clase media" (quién es Douglas?), la incomprensible falta de respuesta del club a las infantiles bombas fétidas de Piqué, el escarnio del Daily Mail y de la CNN ("El Barça es menos que un club"), y ahora el castigo previsible de la FIFA por los reincidentes errores administrativos en los contratos de la Masia. Es posible hacerlo peor?

Pues sí. Para rematar la faena, los arquitectos de toda esta planificación, Zubi y el presidente Bartolomé, decidieron echar a una de las personas a las que el Barça le debía eterna gratitud: Guillermo Amor, director de la Masia y responsable de su impecable funcionamiento deportivo. Amor se cuidaba la Masia como si fuera su casa porque había sido su primer graduado. El argumento de que Amor era el responsable de los errores administrativos de los contratos de los jóvenes es de una indecencia maquiavélica: Amor es un futbolista sin experiencia jurídica. Causa especial indignación que en la junta nadie haya movido un dedo por uno de los héroes del Dream Team cuando lo que debería haber hecho el Barça ya hace tiempo es cambiar todo su equipo jurídico, visto que no ganan ni un miserable proceso judicial: de Justicia Deportiva no deben saber ni jota. Uno puede estar de acuerdo o no con la reglamentación de la FIFA, pero la FIFA no apercibió al Barça ayer lo avisó en 2009: sus abogados han tenido cinco años para pensar alguna estrategia y justificar sus dietas estratosféricas. Con Amor también se marchó, ultrajado, su brazo derecho, Albert Puig, director del fútbol base y otro artífice de los recientes éxitos de la Masia. Si la peonza sigue girando es gracias a Amor y Puig y todo el equipo con el que se rodearon debajo de ellos a lo largo de los años. Lo que da energía ahora a la peonza es la velocidad mental y atlética del fútbol de los jóvenes: el dribling eléctrico de Munir (el máximo goleador de la pretemporada con 18 años), la zancada elástica de Rafinha, la potencia incansable de Sergi Roberto, y el toque tridimensional de Samper, entre otros. Estos primeros compases de la temporada causan ilusión porque los jóvenes están volviendo a ser los mejores, como cuando Cruyff nos "descubrió" Guardiola e Iván de la Peña. Todo gracias a la Masia, el motor que hace avanzar el Barça incluso cuando el Barça le es ingrato.

Es sintomático que la reacción de la directiva a la sanción de la FIFA haya sido de crítica feroz y unánime contra la FIFA. Yo, desde aquí, quiero dar gracias de todo corazón a la FIFA porque durante un año esta pobre, sucia, triste, desdichada junta no podrá perjudicar al club fichando pepas forasteras y el Barça no tendrá más remedio que recurrir a su limpia y noble, culta, rica, libre, despierta y feliz cantera – que es, como ya sabe todo culé que no esté ciego, de donde salen últimamente los mejores jugadores del Barça. Esta junta se resistirá a dimitir y cuando el Barça vuelva a ganar dirá que es por "sus" fichajes, pero el socio listo lo ve muy claro: es la velocidad del fútbol de los jóvenes de la Masia lo que está enderezando una vez más esta peonza.

 
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EL BARÇA ÉS UNA BALDUFA


La baldufa és una joguina que ha existit des de l’Antiguitat. S’aguanta sobre una punta només quan està girant degut a l’estabilitat que li proporciona el moviment giratori. Aquesta estabilitat és deguda al principi de la conservació del moment angular, que és una propietat de tot cos en rotació. Si no actúa cap força sobre la baldufa, el moment angular es manté constant tant en l’angle com en la magnitud i la baldufa s’aguanta dreta infinitament. A la realitat, una baldufa no s’aguanta girant infinitament perquè la fricció de la baldufa amb la superfície i amb l’aire fa que es posi a perdre moment angular i acabi caient a terra.

Els equips de futbol són entitats de per si molt inestables que solen tenir uns cicles d’esplendor i uns altres de decadència, talment baldufes: durant un temps s’aguanten drets, atraient l’atenció de tothom, i després es passen una temporadeta per terra, sense que ningú se’ls miri. El Dream Team va fer redreçar un club que feia temps que no s’aixecava i va fer un exemple del seu futbol d’atac a tot Espanya. Després la baldufa va vacil.lar, però Guardiola la va tornar a redreçar i la va fer girar amb una energia com no s’havia vist mai. La desgràcia de Tito i la incompetència de Zubi i de Martino juntes van aconseguir frenar l’impuls de Guardiola fins a fer caure la baldufa estrepitosament.

Ara la baldufa, amb Luis Enrique, sembla que es vol aixecar, però li costa. Hi ha una cosa que li pesa molt, i és aquesta junta anquilosada d’okupes que no vol dimitir ni a trets. El Sandro Rosell i la seva colla d’amics d’Esade han trepitjat tot el que va fer gran el Barça i aquí no ha passat res: molts socis no s’han adonat que aquests yuppies van desembarcar al Barça per forrar-se. L’enemic el tenim a casa. S’han apuntat al model mercantilista de Florentino Pérez que fitxa i re-ven per fer negoci, però aquesta tropa no saben fer ni això: el Madrid ven el pepa de Morata per 20 M€ i el Barça deixa anar lliures de contracte perles com Javier Espinosa; Florentino fa un negoci rodó amb Di Maria (84 M€) i el Barça, en canvi, l’any que ve regalarà Alves, un jugador d’una polivalència única (i per tant encara molt valuós) però que ja comença a tenir massa anys per a les exigències físiques de la seva posició. Diguem-ho d’una vegada pel seu nom: la persona responsable dels fitxatges (Zubizarreta) no en té ni puta idea. En els últims dos anys Zubi ha demostrat repetidament que no està professionalment capacitat per ocupar el seu càrrec: 1) no va saber retenir els dos centrecampistes que havien estat formats per rellevar Xavi i Iniesta (Thiago i Cesc), una mala gestió que va acabar reforçant dos dels màxims rivals europeus (Bayern i Chelsea); 2) no va saber identificar quan calia fitxar centrals d’altura; 3) ha acabat fitxant, tard, dos centrals d’edat avançada i propensos a lesionar-se (Mathieu i Vermaelen), una pèssima inversió perquè duraran pocs anys i es devaluaran; 4) ara fitxa un centrecampista sense ADN Barça (Rakitic), un futbolista notable però netament inferior als que forma la cantera (Thiago, Cesc, Sergi Roberto, Samper – tots internacionals contrastats). No estranya, doncs, que al Crackòvia el Zubi se’l caracteritzi com l’inútil per antonomàsia. Els aficionats, mentrestant, hem d’arrossegar la vergonya d’una samarreta que està feta un cromo de tants espònsors, el contracte enganyós de Neymar, 162 milions d’euros la meitat dels quals s’han invertit en futbolistat de “classe mitja” (qui és Douglas?), la incomprensible falta de resposta del club a les infantils bombes fètides de Piqué, l’escarni del Daily Mail i de la CNN (“El Barça és menys que un club”), i ara el càstig previsible de la FIFA pels reincidents errors administratius en els contractes de la Masia. És possible fer-ho pitjor?

Doncs sí. Per acabar-ho de rematar, els arquitectes de tota aquesta planificació, en Zubi i el president Bartomeu, van decidir treure a una de les persones a qui el Barça li devia eterna gratitud: Guillermo Amor, director de la Masia i responsable del seu impecable funcionament esportiu. Amor es cuidava la Masia com si fos casa seva perquè n’havia estat el seu primer graduat. L’argument que Amor era el responsable dels errors administratius dels contractes dels joves és d’una indecència maquiavèlica: Amor és un futbolista sense experiència jurídica. Indigna que a la junta ningú no hagi mogut ni un dit per un dels herois del Dream Team quan el que hauria d’haver fet el Barça ja fa temps és canviar tot els seu equip jurídic, vist que no guanyen ni un miserable procés judicial: de Justícia Esportiva no en deuen saber ni un borrall. Un pot estar d’acord o no amb la reglamentació de la FIFA, però la FIFA no va avisar el Barça ahir – va avisar-lo l’any 2009: els seus advocats han tingut cinc anys per pensar-se alguna estratègia i justificar les seves dietes estratosfèriques. Amb Amor també va marxar, ultratjat, el seu braç dret, Albert Puig, director del futbol base i un altre artífex dels recents èxits de la Masia. Si la baldufa encara segueix girant és gràcies a Amor i Puig i tot l’equip amb què es van envoltar a sota d’ells al llarg dels anys. El que dóna energia a la baldufa ara és la velocitat mental i atlètica dels joves: el dribling elèctric de Munir (el màxim golejador de la pre-temporada amb 18 anys), la gambada elàstica de Rafinha, la potència incansable de Sergi Roberto, i el toc tridimensional de Samper, entre altres. Aquests primers compassos de la temporada causen il.lusió perquè els joves estan tornant a ser els millors, com quan Cruyff ens va “descobrir” Guardiola i Iván de la Peña. Tot gràcies a la Masia, el motor que fa avançar el Barça fins i tot quan el Barça li és ingrat.

És simptomàtic que la reacció de la directiva a la sanció de la FIFA hagi estat de crítica ferotge i unànime contra la FIFA. Jo, des d’aquí, vull donar gràcies de tot cor a la FIFA perquè durant un any aquesta pobra, bruta, trista, dissortada junta no podrà perjudicar el club fitxant toies forasteres i el Barça no tindrà més remei que recórrer a la seva neta i noble, culta, rica, lliure, desvetllada i feliç cantera – que és, com ja sap tot culé que no estigui cec, d’on surten últimament els millors jugadors del Barça. Aquesta junta es resistirà a dimitir i quan el Barça torni a guanyar dirà que és pels “seus” fitxatges, però el soci llest ho veu molt clar: és la velocitat del futbol dels joves de la Masia el que està redreçant un cop més aquesta baldufa.